¿Se dan cuenta de que ésta no es la imagen que tenemos de José y María?
Estamos
acostumbrados a ciertas imágenes implantadas. Un niño en un pesebre, un Jesús
crucificado, un Dios que castiga con justicia… pero debo decirles que
ocurrieron muchas cosas que no están escritas; momentos insólitos, íntimos,
personales, y hasta ocultos o no contados. Y creo que quedarse con la letra y
no ir más allá es tener una idea fría y pobre de quién es Dios, de quién es Jesús, de todo
lo que ocurrió y vivió por amor.
En mi vida
suceden muchas cosas que no están escritas en la Biblia y que siento decir que
siguen siendo parte de la Historia más alucinante jamás contada. Cosas que
tienen que ver con ese niño que nació, murió y resucitó, porque cada día tengo que
ver con Él y Él conmigo. No hay palabras, no hay fotos, no hay noticias, pero
sí hay encuentros diarios y sucesos admirables. La historia, queridos míos, se
sigue escribiendo. Tienen que buscar su propio espacio con Dios, donde las
cosas sucedan, donde lo implantado se rompa y surja lo relacional, lo real; porque si no buscan a Dios con todas sus fuerzas, si no son
intencionales y diligentes, no habrá capítulos vacíos. La historia se escribe
según sucede, y sucede que no habrá contenido relevante que contar a nuestros hijos.
Se nos dio a
conocer a un Dios cercano para vivir nuestra propia historia con Dios. Para ir
más allá de lo que está escrito, y que por generaciones se siga oyendo de Sus
encuentros, Su grandeza, Su gloria y Su amor. No sé qué les han contado de Dios, pero
busquen imágenes de la historia donde Dios rompa con lo muerto, con la
tradición, con la religiosidad, con los patrones viciosos, y busquen a Dios, al
Dios verdadero, donde la Navidad cobra sentido, (porque la Navidad nos habla de Jesús) donde cada día es Navidad, donde
Jesús está presente en cada instante, en cada decisión, en cada etapa de la
vida, donde Él habla y ustedes escuchan, donde ustedes le hablan y Él les responde.
¿Se dan cuenta de
que ésta no es la imagen que tenemos de José y María? Me parece una imagen tierna, probable, cotidiana, humana, necesaria, íntima y un momento que no está escrito.
¿Se conforman con lo que saben de Jesús? Incluyan a Dios en su propia historia, porque Él les incluyó en la Suya, y aún no se ha escrito el final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario