“Entonces María tomó una libra de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume” (Juan 12:3)
...Sin embargo, María misma de inmediato sufrió la critica y el rechazo. Pero, así como Jesús defendió a María de sus críticos, así también Dios te defenderá a ti cuando encuentres deleite en Su presencia y te acerques DE CONTINUO a Él para adorarlo. Le dirá a tus enemigos, a los que “desean tu mal”: “Déjenlo”… y te tendrán que dejar!
Dios busca verdaderos adoradores.
(C. Freidzon)
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