Oh, Dim, gracias!!! No he hecho nada para merecerte, pero Dios me ha concedido el tesoro más incalculable que existe. Hoy tengo la certeza de que ha merecido la pena esperar tu llegada a mi vida. Hoy celebro tenerte, y lo hago contigo, sin dudas, sin miedos, tranquila, y viendo la mano de Dios en lo sobrenatural. Estoy orgullosa de ti. Y admiro tu corazón cada día más. Te amo, más de lo que puedas sentir o imaginar.
Estoy preparada para lo que Dios ha planeado para nosotros. Estoy expectante, y entusiasmada, porque sé que será la aventura espiritual más loca de la historia, pero más segura de este mundo. Gracias, por venir a por mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario