No se vende. Quizás Alejandro vende un alma que no se usa; yo no uso mi corazón, pero no está en venta.

Tan solo, un día, sin esperarlo, el corazón siente y se convence, o no se convence... él sabe de qué habla, aunque a veces no dónde se mete, ni los costes, ni los tiempos... Y no importa que hagan cola, o se peguen a la salida, ni que se esfuercen por hacer méritos, a veces, el que no está sigue estando, y los que alegran mis días y minutos, no derriban fortalezas, ni castillos en el aire.
No tiren piedras, no busquen cómo agraciarse, no es cuestión de dejarse la vida en esto... yo he perdido la mía en esta batalla, en contra y a favor... y no hay nada que hacer.
Lo que es concluyente para el alma, lo es en la distancia, en el tiempo, en el silencio y hasta en el menosprecio, no me pregunten por qué...
Y aunque tiene ojos para ver, y pueda morirse de celos y de hambre, como una vez alguien dijo: "La esperanza vieja es la más dura de perder" , y es muy difícil acabar con la esperanza mientras no haya un "copia y pega" ...sigue sonando y siendo tan egoísta por su parte, como tenaz y loco por la mía.
Disculpen las molestias, pero supongo que por eso se sigue escribiendo sobre el amor.
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