The great moment.
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El amor de una
madre no contempla lo imposible.
Más, más sensible para ser más fuerte, más
abajo para estar arriba, más humilde para ser reconocido,
más probado para ser más puro, más al servicio de otros para ser
servido, más cercano para no alejar a nadie, más alegre para que ría el
afligido, más "consolable" para consolar a otros, más libre para
desatar cadenas.
Más, más el tú que Dios ve, más para salir fuera, más siervo
para ser sacerdote fiel, más valiente para contar entre Sus filas, más
confiable para otros encargos del Padre.
Más, más aguda la mirada para ver
necesidades, más atentos tus oídos para escuchar al que sufre, más sabio tu
corazón para que hable tu boca, más conocedor de Sus tiempos para no ir por libre, más palabras dulces que frutero podrido..
Más, más de Jesús, menos de ti, más autoridad
del Padre, menos imposición, más pactos, menos interés oculto, más palabra de
honor, menos doblez. Más Espiritu, menos fortaleza en el viejo hombre, más
adoración, menos música, más unción y poder y menos arte.... más, menos, más menos.....más.
Tus 16, me siguen impactando, aunque aun
quede tanto por aprender. Y no escribo porque yo sea perfecta, no lo soy, pero
me encanta estar en la brecha, lidiando con las mismas cosas que tú. Si algo
tengo, son los ojos abiertos, y sé que mi vida tiene faena por delante, y en
ello trato de ocuparme, mientras caminamos juntos.
Drex dice en una canción que "Se aprende en la escuela, se olvida en la
guerra, un hijo te vuelve a enseñar."
Y es cierto, y me
aplico mis palabras, me aplico el cuento, me doy de mi propia medicina, pero no
vine a "fer la xarrada" sino a darte las gracias, porque eres mi
mejor escuela, haces que mi pez se muerda la cola, y siempre vuelva a empezar, siempre en el aula de la vida.... Y seguirán viniendo tiempos de guerra, porque son parte esencial de la vida, donde uno
no solo combate por una causa, sino también por sobrevivir, y eso mismo te da esperanza y te mantiene vivo.... siempre hay
gente que pone a prueba tu vida y te hace crecer, y estoy agradecida a Dios por
ti.
No es tu cumpleaños, no
ha pasado nada especial para que escriba, no vas mal, ni excesivamente bien... estás ahí,
avanzando, y en la brecha por madurar... y lo haces.
Y me siento afortunada,
aunque a veces arda Troya.
Y sigo creyendo en ti, en lo imposible que otros vieron, pero cada día alcanzamos a ver en ti, porque en esta vida no camino sola, no caminas solo,
aunque sea consciente de que en la etapa en la que estás, tu madre no es la más deseada compañía. Pero te sigo de cerca, pues antes que nadie escuche tu grito o mire tus ojos, vigilaré tus pasos y acudiré en tu
ayuda ...
Más, porque tú no eres menos.
Te amo
profundamente. ... siempre más.
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