
Ya no eres aquel niño que conocí en clase de francés... y sé que Dios no nos hizo coincidir por casualidad.
Han pasado unos años, y no entiendo por qué mi alma se pegó a la tuya.. con el cariño y la carga, como el de una amiga o una madre adoptiva, pero se pegó. No sé cómo, ni cuándo, pero me alegro de que pasara... Extraña amistad la nuestra, que pasó por todas las etapas, desde pasarlo bien, poder reír, tocar juntos, compartir lo espiritual, hablar de todo, poder llorar, hasta sentir que mi corazón sangra cuando lo hace el tuyo. Tu carácter y carisma me lo pone fácil.
Hemos vivido un montón de cosas en estos últimos años, todas nos han servido, las hemos disfrutado y nos han enseñado.
Son 17 y yo contigo no llevo tanto... pero me siento confiada y orgullosa de ti.
Sé que Dios está contigo, y que tiene cosas de Su tamaño para ti, lo sé por cómo estás ahora... sólo por eso, fíjate!

Tienes 1 año más para remontarte, Ánd... Just do it!...si?
Te quiero, muchísimo!
Pd: Tira o te empujo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario