La playa, mi lugar preferido, espacio que me ahoga y me libera, que me hace recordar y olvidar, que me hace sentir insignificante y valiosa, que saca lo peor y lo mejor de mí. Lugar donde el silencio me molesta y me conforta , donde mi corazón siente Tu ira y Tu paz, donde lloro y sonrío, donde me rebelo y donde acabo aprendiendo, donde encuentro lo que mi alma anhela y lo que tiene que dejar de anhelar... La playa es ese lugar donde siempre Te encuentro, donde ministras mi alma, donde veo Tu grandeza y siento que tienes todo el control en Tu mano. Donde siento más gracia, y recae sobre mí Tu mirada de compasión cuando me rompes y me sanas. Te amo, porque sabes dónde llevarme, y sabes cómo encontrarme. Porque sabes tratar conmigo y llenarme de asombro... Tú fascinas mi vida. Y cada día sigo renovando mi decisión por Ti.
Tú y Tus lugares de cambios, de silencios y pactos, de lecciones tremendas... de amigos y soledades...
Discipulado playero.
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