Cuando no tomas una decisión, la puerta se cierra... no queda tiempo.
Dios abre puertas todos los días, quizás no a grandes sucesos, que impactan e impresionan, pero sí pequeñas puertas que abren oportunidades, dan permiso o lo quitan, otorgan derechos o zanjan asuntos venideros, levantan muros protectores o abren las murallas de par en par dejándote desprotegido... Puertas que abren puertas, puertas pequeñas y rutinarias que abren puertas grandes y excepcionales... Puertas terrenales que abren puertas del cielo.
Cada día vivimos sin prestar atención a casi ninguna de ellas, algunas elegimos bien o inconscientemente, y otras por ignorancia o negligencia las erramos.
Cuando no tomas una decisión, la puerta se cierra... No queda abierta por siglos y siglos.
Y hay oportunidades que no vuelven. Hay responsabilidades que no se le dan a quienes no están por la labor...hay cosas que no se les revelan a quienes no están dispuestos a avanzar, hay personas que siempre serán bebes espirituales, porque no quieren dejar de jugar y no quieren crecer... pues, he aquí una verdad: no queda tiempo.
Entras o no?... He ahí la cuestión. Aunque la verdad a saber es que: "Toda puerta tiene un precio."
You understand me?
Discierne!!
"Esto es lo que pido en oración: que el amor de ustedes abunde cada vez más en conocimiento y en buen juicio, para que disciernan lo que es mejor, y sean puros e irreprochables para el día de Cristo, llenos del fruto de justicia que se produce por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios".(Filipenses 1:9-11 NVI)
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