Terrenos desconocidos que se vuelven "tu lugar especial"...

"Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, entonces tuvo hambre." (Mat. 4:1-2)
 

El momento del ayuno, son momentos de mucha importancia, son duros, muy duros, y no porque no comes, precisamente, sino por todo ese mover espiritual que desconocemos. Estos momentos "aran la tierra" para el mover de Dios. Mi comunión con Dios me fortalece para poner en orden mis hábitos de vida. El ayuno no es mágico, no es un rito, es la expresión de un hambre espiritual... abren puertas, traen un acercamiento enorme con Dios, responde a preguntas, traen visiones, Palabra directa y silencio cargado de complicidad... son  momentos que preparan el corazón para cambios y se disponen a sanar el alma... simplemente es un terreno desconocido, pero que sin saber cómo, se torna en "tu lugar especial"

Doy gracias a Dios por estas semanas tan llenas de Su presencia, revelación y unción de lo alto. Sin esto, no podría haber continuado dando pasos. Me siento liberada, mi soledad de ha ido, y mi visión aun todavía es más clara. ha sido un tiempo muy especial del que mi mente no puede salir y siente regresar...   

Yo quiero tener hipersensibilidad para oír Su voz llamándome a ese encuentro.