Cuando estoy "mal" es cuando más oigo la voz de Dios... ¿No debería ser al revés?... Parece que oigo, y veo más allá de lo quisiera y puedo asimilar, pero de nuevo me siento anclada e inmovil, en mi interior no hay un convencimiento de lo que ocurre fuera, no se conforma mi alma con lo que flota en el aire y se lleva el viento... En algún momento sé que Dios vendrá a mi encuentro, y abrirá mi mente, dejará Su revelación y me dará discernimiento y fuerzas para comprender y proseguir... pero AHORA, de nuevo este bloqueo me ata, esta opresión que me ahoga y nadie entiende... no puedo articular palabra, solo mi alma siente... Estoy como dormida para muchos, pero por dentro soy un poco Elías, un poco Job, mitad David.... Sé que esta movida es entre Dios y el Enemigo, pero esta lucha no permite un levantar de mi cabeza, esta guerra no me da treguas, y yo necesito un receso... son muchos años... ¿no hay piedad?...
No tengo atractivo, no tengo unción, ni talento amenazante, no soy culta, ni tengo estrella, pero el diablo ha puesto todo su empeño y está determinado a acabarme. No entiendo mucho a Dios, en cuanto a lo que pasa en mi vida, pero
aunque ahora me sienta sin fuerzas para lo que Él tenga por venir, sé que decidirá un día cualquiera, en Su espacio de tiempo, que "ya es suficiente" y detendrá la mano del que persigue mi alma.... me revestirá de poder y entonces, habrá cesado todo.
Se ha hecho el silencio, mientras todo el pueblo está en fiesta. No hay ayuda capaz, no hay oídos que entiendan, no hay presencias de amigos, ni consuelo humano que de respuestas... Nada de lo que viniera sería útil, porque pocos entienden qué ocurre desde este otro lado de la zarza...
No hay comentarios:
Publicar un comentario