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viernes, 30 de marzo de 2012

No Te cambio por nada, Jesús.

Tus promesas han superado muchas pruebas, por eso tu siervo las ama. Tu justicia es siempre justa, y tu ley es la verdad. La aflicción y la angustia me dominan, pero el gozo de tus mandamientos me levanta. 
 (Salmos 119: 140, 142 y 143)

Muchas veces no Te entiendo, pero no me importa, Tú siempre acabas por hacerte entender. Por eso me quedo ahi, quieta, hasta que rompes Tu silencio, me aclaras mis dudas o me explicas que estás diciendo... Decidí buscarte todos los días, y a veces hoy no desvelas todo lo que tienes en tu corazón, porque es parte del contenido de días que estan por venir... Tú siempre me preparas, porque eres fiel, y cumples.   Así que, aunque no entienda todo lo que está por llegar, te agradezco que no te des por vencido y vengas a mi encuentro todas las mañanas.. (y todas las noches, que te estás acostumbrando, ehhhh.... ühh)   Aqui seguiré, que lo sepas... anclada en Ti, porque ya no sé vivir sin Ti.


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