
Conozco el desierto como la palma de mi mano, como me conozco a mí misma, conozco su olor, su sonido, su tacto, sus peligros y sus dunas una a una... y estoy...desconcertada esta vez.
Porque lo cierto es, que no siento la arena en mis pies, ni calor sofocante de día, ni el frio paralizante de la noche... no siento esa soledad aplastante, que se acurruca a tu lado y te llama su amiga...
No tengo un sentir de pérdida, ni me suena el paisaje como si diera vueltas... tan solo camino, y avanzo... y estoy distinta.
No estoy muy segura si debo sentir como siento, pero déjame decirte que lo estoy disfrutando como si fuera una experta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario