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miércoles, 2 de mayo de 2018

Carta a nuestros hijos.

Querido hijo mío y querida niña de mi vida:
Voy a regalaros un consejo de incalculable valor: NO BEBAIS. Con ello no digo que no bebáis, sino que NO os expongais al peligro y al descontrol. No perdáis la capacidad de controlaros e incluso tal vez, de decidir. 
Los políticos hacen las leyes, la justicia está adulterada.. Los jueces cumplen y hacen malabares con cláusulas, apartados y tantos puntos específicos que nunca sabréis por dónde os van a salir.
Las leyes educan, y yo me resisto a que os enseñen a que os podéis ir de rositas sin aprender moralidad y rectificar vuestra conducta. También me niego a que os hagan creer que os defenderán de vuestro agresor porque tendréis que probarlo y os costará mucho.
Voy a daros otro consejo importantísimo: huid de la pornografía. Ella os hará creer que necesitáis reproducir lo que veis, y cuanto más depravado, mejor, porque sino creeréis que no tenéis una sexualidad normal. Hoy os digo, que eso es como la espuma y frustrante. Perseguir eso, no sólo os hará infeliz, sino que tal vez, os meta en problemas si encima lo mezcláis con otras cosas. En qué momento se topó las redes sociales y Hollywood!, ...ese Hollywood que nos ha hecho esclavos del deseo y la imitación, y esta sociedad desenfrenada ha caído en ese error, como las moscas. Sexo y amor no es lo mismo. Que no os vendan otra cosa. No seáis necios.
Y por último, tratad a vuestro cuerpo con dignidad y respeto, y tratad a los demás de igual forma. Un calentón, un mal ambiente, una mala decisión, un acto de locura tiene consecuencias, y el momento de después no compensa.
No necesitáis saber muchas cosas más para crecer. Esto os guardará para ser
adultos sanos. 
Pero si por cualquier circunstancia, os veis sometidos a un mal episodio como lo que estamos viviendo en estos días., mientras la justicia entra en razón y deja de amparar al agresor, voy ha haceros una promesa:
Vamos a luchar para que las mujeres de nuestro país, mañana, no vayamos arrancando con los dientes los penes de agresores de los que la justicia no nos va a defender. Vamos a seguir peleando para que nuestro país no tenga padres justicieros y calles donde corra la sangre para defender a nuestros hijos.
Vamos a seguir diciendo NO a la injusticia, al maltrato, al abuso, a la mentira, a la desigualdad, a la corrupción y a la violencia.
 

También te digo, a modo personal, que por amor a tu hermana, hijo mío, no podré excusarte si te equivocas y no sigues mis consejos. No puedo dejar de amarte, pero seguiré a tu lado, todo el proceso, hasta el final. Tu arrepentimiento y cambio visible de conducta es tan necesaria, como entender que todo acto violento, de abuso, o de vérselas con la justicia tiene consecuencias y deben cumplirse. Debo enseñaros que la honestidad es un tesoro de mucho valor, y si alguna vez la perdiérais, deberíais luchar por recuperarla. 

Por eso insisto en que consideréis mis palabras, porque yo también lo he vivido; y la experiencia de la vida, y el amor profundo que os tengo me obliga a aconsejaros que os conduzcáis como es digno.
Y ante todo, temed a Dios, porque si eso falla, no encontraréis el camino de regreso a Casa.
No sabéis cuánto os amo, y cuánto necesito recordaros esto.
La vida no es un juego... está en juego.

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