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jueves, 3 de septiembre de 2015

El mundo está lleno de gente con una GRAN MEMORIA.

Postureo como forma de vida.

Hablaba con mi hijo de su exposición de Física, tenía un tiempo donde exponer exactamente un trabajo sobre "La interferencia y la difracción de la luz"
El día antes lo repasamos juntos. Yo, en cada punto que avanzaba me llenaba de asombro por lo que él decía . Y también me llenaba de asombro hacia los estudiantes, por ser capaces de aprender cosas como las que hablan los actores de "Bin Bang Teory". (Esta es una de mis series favoritas. )
Siempre me pareció increíble que gente estudiara cosas tan extrañas y difíciles de pronunciar, y me sorprende aun más que lo sepan aplicar a la vida diaria.
A la vez, me pregunto por qué los profesores no enseñan cosas más prácticas y útiles, que simples teorías que los alumnos, no entienden y se aprenden de memoria para pasar el examen y luego olvidar. Pero, ese es otro tema.

En realidad sabía exponer la materia, sabía los términos, las palabrejas de física, sabía hacer los ejemplos y experimentos, escribir las fórmulas y esas cosas extrañas que desarrollan los entendidos, pero en realidad, no entendía casi nada. Lo había memorizado y no sabía de lo que hablaba.

Puedes hablar como un entendido, bromear como un entendido, y sin embargo, no entender lo que estás diciendo.
 Y esto asusta un poco, porque es algo muy común en lo cotidiano. El día a día, convive con gente ignorante de temas de los que hablan sin parar y hasta pueden dedicarse a ello, pero no aplicarlo a sus vidas, porque no lo han experimentado personalmente. No han llegado a la comprensión práctica.
El mundo está lleno de gente con una GRAN MEMORIA. Lo dicho: asusta. 

Y eso me hizo pensar en mi propia vida. Puedo adquirir vocabulario, aprender teorías, adoptar formas y vivir en un "entorno aprendido". Postureo como forma de vida. Uff!

Me pregunto cuánta gente vive así con Dios. Un "soy" cristiano como quién habla de física no entendida.  Hablar de ello, trabajar de ello, escribir como ellos, no te hace SER.
Aiiii, existe esa lucha encarnizada entre el SER O ESTAR. Y en algún momento, la vida, te pone frente a ese espejo terrible que revela la diferencia entre  SER de Cristo, o ESTAR en la iglesia. Nada tiene que ver.

¿Ser algo, o trabajar de algo.? He ahí la cuestión.

Déjame darte otro ejemplo: He tenido maestros que se han limitado a darme "asignaturas pájaro", que llamaba yo... pura materia, datos que estaban en el programa escolar, información que no servía nada más que para aprobar, pero no para retener y vivir. Y la verdad,  mira que tuve profesores que me dieron historia a lo largo de mi instituto, pero tuve uno en particular, que me hizo vivir y amar la historia, porque no me daba materia, sino pasión. Me contaba las lecciones como si él mismo hubiera estado allí. Me ha hecho vivir las revoluciones, las guerras y batallas mundiales, las biografías de cada personaje importante de la historia de esta humanidad como nadie lo hecho jamás. Y te aseguro que fui capaz de memorizar las fechas relevantes tan fácilmente como sé qué día nací yo. Porque ese profesor amaba la historia, más que ser maestro. Y lo transmitía, porque era historiador.

Uno es algo cuando ese algo y tú sois uno, cuando hay comprensión, vivencia, y pasión.  Mientras no sea así, solo eres un individuo que transmite información que no opera cambios. Cuando uno ES, transmite, transforma, y es revolucionador en su campo..
De igual modo, eres cristiano, cuando has tenido una comprensión de Cristo y de tu propia condición. Cuando has comprendido la teoría y la has experimentado, la has vivido, a operado en ti cambios, en tu forma de pensar, de ver, de vivir;  y por ello tu pasión se centra en transmitirla, y hacerla accesible a otros.  Me explico?

Todo lo que se salga de estos parámetros es puro aprendizaje y puro conocimiento, lo cual no te hace ser quién eres.  Pero cuando uno se encuentra con Cristo, y le conoce plenamente, la visión de las cosas cambian, todo cobra sentido y adquiere un nuevo rumbo.


Por cierto: Mi hijo sacó de nota un 8. ツ 



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