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jueves, 9 de abril de 2015

Listones altos...

He de suponer que algunos listones son sólo aparentemente altos para el corazón de la mujer que te supo ver; porque de no ser así, la vida estaría llena de frustradas sin remedio alguno.... 
Me repito a mí misma que el corazón es engañoso más que todas las cosas... y sin embargo quisiera gritarte por haberme dejado el corazón incompleto,
por la inseguridad con la que tiemblan mis piernas para volver de nuevo a empezar.
Insegura, temerosa, vacilante a cualquier amanecer, pasan las horas sin sentido alguno hasta que cae de nuevo la noche, y en esas madrugadas, que se hacen tan largas como un túnel, atrapada en la incertidumbre, mi alma se esconde, y no se atreve a querer.
Quisiera reprocharte tanto miedo a mirar al frente, miedo a exponerme de nuevo a la quiebra, al juego, al olvido, a la huida,  a la impotencia, a no llegar a sentir de nuevo lo que provocaste en mí, y que no acabó de nacer...

Que dice la gente que no mereció la pena tanto sufrimiento e indiferencia, y aunque ya no te amo, te quiero, y espero que el olvido te gane la partida esta vez... Mereció, debió valer, pues me esfuerzo para abrir mis ojos, y no he vuelto aun a ver...
Y me he quedado indefensa frente a nuevos frentes, inmovil frente a puertas que cierro sin vacilar, por tanta diferencia abismal, y me digo:- no hay derecho! y el alma me dice: - debió valer!

¿Qué se supone que debo hacer con mi vida después de ti?... cuánto juego estúpido, cuántas heridas innecesarias, cuánta sinceridad desaprovechada, cuánto tiempo flotando en el aire y palabras secretas escritas... Ni el viento mismo se quiso manchar las manos... No sé si valió la pena, pero marcaste mi alma y ella no sabe olvidar.

Bajo este cielo rojizo, la añoranza de aquel amor naranja asoma la cabeza de tanto en tanto, tan sólo como aquel que te recuerda,que una vez, por un poco, alguien casi te llegó a amar.

No hay nada por lo que preocuparse. Supongo que mi alma sólo te echa de menos, desde aquí, desde su lugar aprendido.  Siempre hay días difíciles de esquivar, y sin duda alguna, éste, me alcanzó. Ya se irá... Ya se irá.

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