No siempre que cojo un vaso se me rompe... El cristal es cristal, y sólo la destreza de quién lo usa hace que perdure la pieza en sí.
Cómo enfrento y cómo afronto las situaciones, las personas y mi propia vida hace que vaya por la vida justa de vajilla o tan bendecida como para invitar a comensales a quedarse y disfrutar de una buena sobremesa...,
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