“Me regocijaré en tus estatutos, no me olvidaré de tus palabras ... estas bendiciones tuve porque guardé tus mandamientos” (Sal.119:16,56)
Hace unas semanas atrás, llevé en mi mano un Tatoo que me hizo una amiga. Quise mantenerlo hasta volver a verla al cabo de unas semanas. Escaneé mi mano para recordar el Tatoo y tenerlo de recuerdo.
Lógicamente, una debe asearse y esas cosas, y era difícil mantener un dibujo hecho con un Pilot (esto no es publicidad). Con lo cual, después de que el agua se llevara parte de la tinta, yo volvía a repasarlo encima...
Al cabo de las semanas colgué en la pared del despacho la foto que había hecho de mi mano... mientras comparaba el dibujo de la foto y la de mi mano, me di cuenta de que no tenía casi ni el más remoto parecido... las líneas estaban más gruesas, el dibujo era más grande y la verdad, es que había llevado todos esos días “el diseño deformado del artista”...
Me puse a pensar en cuántas veces no habré hecho lo mismo con el Señor, deformando el proyecto de sus planes para mi vida, añadiendo un poco por aquí, y otro poco por allá.... cuántas veces no habré deformado Su Sentir, adornando con mis mejores intenciones Sus Palabras y adaptándolas a mi manera de pensar...
Cuántas veces no habré deformado Su Imagen con mi manera de hablar, con mis actitudes, en mi servir, en mi caminar diario.... Me pregunto a cuántos estoy mostrando la verdadera imagen de Dios, o también, cuántas bendiciones me estoy perdiendo en mi vida por no reproducir el diseño legítimo del corazón del Artista.
Sin duda alguna, sé que mis ilusiones, mis planes, deseos y sueños, no tienen comparación alguna con lo que hay en el corazón de Dios para mi vida.......¡Y yo haciéndole arreglillos al Maestro!...
Que lo que Dios me diga sea como un Tatoo impreso en mi corazón, sin adornos, ni arreglos.... Que el Artista sea Él y no yo.... ¡Si Dios te pone Su Tatoo , mantén Su diseño!
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Burgos, 2002 |
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