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jueves, 16 de octubre de 2014

SOMOS DATOS


Visité un museo en Barcelona, y como parte de la exposición, el escrito de este cartel me hizo qué pensar...
De la cuantificación a la mercantilización del «yo» 

La necesidad de medir todo lo que hacemos, como forma de autoconocimiento, tiene una larga historia, pero lo que antes era una obsesión extrema hoy es una práctica cotídiana y una economía en crecimiento. La «cuantificación del yo» promete que registrar cada uno de nuestros actos es la mejor vía para entender sus consecuencias y alcanzar cualquier propósito. Se trata de una de las muchas industrias que, por medio de los datos, han iniciado la mercantitización de nuestra intimidad. 

Hoy no somos solamente consumidores de datos. Las plataformas sociales de Internet construyen un perfil extremadamente detallado de nuestras preferencias y nos convierten en un producto. Nuestros datos son la mercancía con la que comercian los gestores de información (data brokers] y w componente esencial del modelo económico que sostiene a Internet. Esta recogida sistemática de datos sobre nuestra vida personal es uno de los factores que hacen posible el estado de vigilancia masiva revelado por las filtraciones de Edward Snowden.

#Museandoconuncaracol por Barcelona



Tantos datos, consumimos y nos consumen... Vivimos de gráficas y registros, porque parece que todo funciona en base a estadísticas y números... Muchos necesarios y hasta con cierta relevancia, pero estériles en las áreas más urgentes, como en lo eterno. 
Hay tantos datos que fichan nuestros actos y aportan movimiento en torno a nuestras vidas, que en la mayoría de casos somos tratados como números, como datos fríos, sin vida, sentimiento y casi sin importar la propia historia, o hacia dónde vamos.

Pues, párate, en realidad yo soy mucho más que datos. Estoy inscrita en el libro de la vida, y no es un dato cualquiera, sin ese dato mi vida iría a la ruina. Soy el producto de un cóctel Divino de amor incondicional, de Su gracia inmerecida, con un propósito eterno y un corazón nuevo. Produzco resultados de una siembra, con un crecimiento diario y detallado, donde las cosas imperceptibles suceden a la luz de lo invisible.
Una sangre redentora cambió mi ADN y no es cualquier sangre, es la sangre del Hijo unigénito de Dios, sangre que siendo sin mancha, se manchó limpiando mi pecado, ese acto y ese dato transformó mi rumbo, y trae más revelaciones cada día. Es inagotable los misterios que encierran Su persona y Sus designios, pero están al alcance de aquellos que temen y le buscan. 
Sí, lo sé, no te lo vas a creer, pero tengo intimidad y acceso directo al Padre, se sienta, me mira, me escucha y me pregunta. Su mirada de amor no cambia aunque se entristezca con mis decisiones y cuando calla de amor, incluso me canta.... me siento cuidada como a la niña de sus ojos. 
Me declaró la cobertura donde reposa su presencia, su gloria, su poder, portadora de su carácter, con la mente de Cristo, y obras en las que ocuparme. 
Tengo frutos que el Espíritu Santo proporciona y que hablan de Su naturaleza. No tengo nada de lo que preocuparme, Él ha cubierto mi vida y lo porvenir le pertenece.
Tengo autoridad sobre el Enemigo, y lo tengo bajo la autoridad de Su Nombre.
No hay mucho que hacer, no es complicado, aunque casi siempre lo complicamos, pero tan sólo con declarar con mi boca lo que Dios ES, huyen... Lo que es la luz y la verdad.... Aiii...

Datos, lo que soy es más importante que lo que puedo hacer, lo que puedo conseguir no es garantía de entrada a los lugares celestiales, por ello, sólo hay un dato en el que todo hombre debe fijar su urgencia: que su nombre esté escrito en el libro de la vida. Lo demás es... eso, una secuencia de momentos y experiencias que suceden mientras vivimos esto llamado VIDA. Vida con Dios o lejos de Dios, frutos lógicos de una relación e identidad en Cristo o de una rebeldía y autosuficiencia personal. 
Es realmente increíble, la cantidad de datos ocultos en lo invisible registrados y movidos desde lo espiritual en un mundo natural... Todo está escrito en Su libro... 

Cuida tus datos... Los que de verdad urgen e importan. Vive aqui dejando buen rastro, y que te lleve a ti y a otros a una eternidad con Cristo.

"Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego." (Apoc. 20:15)

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