Eso es lo que nuestro Señor nos dijo que hiciéramos.
Si no todos los días, al menos alguna que otra vez nos hace falta observar y recordarnos a nosotros mismos lo bien cuidados que están nuestros amigos emplumados. Literalmente no saben de dónde vendrá su próxima comida; sin embargo, yo personalmente jamás he visto un pájaro posado en una rama con un colapso nervioso a causa de la preocupación. ...¿Y tú?
No hay comentarios:
Publicar un comentario