Nuestra nueva vida es como la fiesta de la Pascua.
Era costumbre de los actores griegos y romanos cubrir sus rostros con grandes máscaras y hablar con aparatos mecánicos para aumentar la fuerza de su voz. Estos actores, que escondían sus verdaderos rostros y cambiaban sus verdaderas voces, eran llamados hypokrites, o "hipócritas".
"Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad." ( 1Cor. 5:7-8)
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