Y allí mismo, a través de él, toda la iglesia te abrazó. Te quiero, princesa, por tu corazón tan apasionado por Dios, y por tu alma tan sentida por los demás. Eres de admirar, sobrina. Eres preciosa para mí. Stand up!!
Te abrazo
Y te voy a decir todo lo q hay en un abrazo de consuelo.
Silencio sabio, Cariño inmenso, Respeto en tu duelo, Un clamor por tu salida.
Un pañuelo en mi mano, para dártelo rápido, sin que me lo pidas.
Porque darte más q eso seria imprudente y deshonesto. Pues cuando tú no encuentras consuelo en tu desdicha, tus palabras no alcanzan a consolar a otros.
Voy a quedarme aquí, a tu lado, abrazándote, si me dejas, porque será como darte el mejor consuelo, llevarte a la salida, esperar contigo el oportuno socorro, y animarte con palabras de ... Sabiduría.
Aquí me quedo, de acuerdo?
Y allí se quedó la iglesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario