Y me quedo màs ancha, que larga.
Brando, un tio genial, con el que he tenido oportunidad de charlar y de intercambiar algún escrito.
Oro en pensamiento, es brillante escribiendo y un privilegio poder pasear por su mente, porque a veces me siento tan cómoda como por la mía.
Un gran tipo.
Y Javier, me enganchó mi sobrino de la manera más tonta.
Es un cóctel de Jorge Drexler, Joaquin Sabina, Sambao, Ketama, Jarabe de palo... No sé... Me mola su rollito gaditano, lleno de ingenio musical y sus letras portadoras de historias y de amor.
Alegre, jovial, sano, y con un toque galán, tal cual es su porte.
(Aunque he de reconocer que el pito ese típico de las chirigotas no lo lleve muy bien... Jaja)
Me alegra incorporar gente nueva a mi remesa de amistades esporádicas, y a mi colección de estilos y lecturas; aunque bueno, con Javier no he tenido aun el gusto... Facebook y Spotify resultó agradable este mes.
Brando me ahoga la noche y Javier la estabiliza de nuevo... Esa es mi vida, una loca montaña rusa de sentimientos y altibajos. Me encanta. No tengo cura!! Jjja
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