Ver llover, ver amanecer, y que se nos haga tarde una tarde... Sentir que no estás tan lejos, y que no vea la luna tres horas antes... Sacar fotos de cualquier cosa, y seguir olvidándome de tener esos archivos, pero haberlo vivido, haberlo sentido...
Como querer, quiero hablar hasta las tantas, caminar en silencio, y mirarte si hace falta, zanjar "Desperadas" pendientes y que me acompañes a casa, cuando se me haya pasado el mareo...
Viajarnos el mundo, tararear una misma canción mientras vamos en el coche... esa clase de cosas....
Enfadarnos, sí, por qué no!...y recordar por qué nos gusta estar juntos... Reírnos de tonterías y compartir las cosas eternas. Crecer, leer la Biblia juntos, llorar, emocionarnos con las miradas... Correr debajo de la lluvia, tener mil cosas que contar a otros y que nos cuenten mil y una... ir a conciertos, salir del cine, cerrar nosotros el museo, llegar pronto a la iglesia...
Ya sabes, "rutinas insólitas" que no se dan todas a la vez, pero que de vez en cuando se vive una, y eso cambia tu jornada; esa que es sosa y tediosa, sin emoción alguna y llena de obligaciones obligadas, en el que saltarse un paso te altera el día y te pone de los nervios, y entonces, pensar en encajar estos sucesos de vida, de alguna manera te hacen sentir... completa...
Creo que en este momento, acabo de entender lo que me decías... y que por primera vez en mi vida, me doy cuenta de que nunca deseé tanto haber nacido en tu lado del globo.
¿Quién eres tú para inspirarme todo esto?...
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