tantas promesas en curso,
promesas que prometen
y se esperan con anhelo y desespero.
Promesas por un Dios infinito,
que no miente, aunque sí tarda;
bendito tiempo distinto
que afina nuestra fe,
perfeccionando nuestra dependencia,
actitudes y palabras.
Esperamos al Dios de las promesas,
Dios cercano que nos abraza,
y nos llena de consuelo y gracia,
en este tiempo que llamamos vida,
hasta que le veamos en gloria
y sus promesas estén cumplidas."
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