Tan sensible y resistente como una flor, su belleza y complejidad no solo depende de ella, sino que es trabajo y mérito de su Creador, pero ella se esfuerza en sobrevivir,en dejarse cuidar y mimar, su enfoque es preservarse linda por dentro y fuera para honrar al Altísimo, y le alaba como parte de su creación.
Soporta los fríos, los calores, la ofensa de lo que le rodea, y el acecho de lo que pueda venir...
Se balancea y es sacudida, pero aunque frágil, Dios la hizo fuerte, se posiciona erguida y Él la reviste de belleza y color. Alimenta a otros y también come. Crece y alegra la vista de quien la ve, y disfruta del canto de las aves con quien intercambia algunas notas tímidas , en medio de su canto silencioso... no puede callarse, Su mano intervino en su existencia y eso le da relevancia a su historia.
...puedo amar, ver, sentir, oler, cantar, adorar, crecer, puedo resistir y siempre miro al Cielo. Me siento viva, me siento bien!
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