Y sí...qué voy ha hacer contigo... en medio de este silencio frío en el que me has dejado, me faltan tus palabras y el calor de tu mirada escrita... yo sé que no has huido, aunque pueda parecerlo... te bendigo de todas maneras, estés corriendo o no... Yo prefiero esperarte, si nunca vienes, te habré perdido, a ti y al tiempo, mil cosas más que no me importa arriesgar por el camino; pero gané las ansias de vivir, gané todo lo que viví en ti, todo lo que viví en Dios, gané conocerte, gané horas compartiendo juntos, noches de sentirse en casa, gané momentos de sonreírnos y al verte, gané... Gané excesivas cosas, mucho más de lo que merezco... te quiero, con todo lo que soy y tengo. Con todo lo que no tengo y lo que no soy...
Te amo de mil maneras...
Te amo incomprensiblemente, después de todo, de lo que hemos y no hemos vivido, en medio de tanto silencio, en medio de cada palabra, de cada canción, de cada suspiro que en alguna medida nos recoloca. te quiero locamente aun cuando no me has dado esperanza, sino un viaje silencioso con un vaivén ingrato que tortura el alma. Te amo incansablemente, en medio de las circunstancias, lejanas y con brotes de nostalgia, que no hace que deje de pesar tu incertidumbre acomodada al pie de este lado de la montaña... aquí estoy, no me importa, aquí sentada frente a ella, con mi fe curiosa y este sentir de que aun no me puedo marchar.... parece insensatez, y puede que lo sea. Parece enfermedad, y quizás tengas razón... quizás sea tozuda y no quiera obedecer, pero yo sé que no es así...El día que Dios deje de retenerme en mis huidas, me iré, y no miraré hacia atrás. Así te ame, así te llore, así me muera sin ti o haya echado raíces al pie de esta montaña... Mientras, contra toda tempestad y opinión, me ciño a lo que vivo con Dios, aunque lo esté viviendo sin ti. .... Y sigo esperándote.
(Dic.2013)
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