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jueves, 7 de noviembre de 2013

"Quemar barcos"... cuestión de apostar por lo que quieres.

"Quema tus barcos. No mires hacia atrás". 

Cortés hizo quemar sus barcos para que la tripulación no tuviera más opción que avanzar o morir. 


Jesús quemó los suyos al despojarse de su gloria (Fil. 2:7) para avanzar hacia la tierra y conquistar al enemigo por medio de su cruz. Dios hizo cruzar en seco al pueblo de Israel para conquistar la tierra prometida pero luego juntó las aguas para que no pudieran regresar a Egipto. 


Nosotras las mujeres sabemos que dar a luz produce muchísimo dolor y más de una vez muchas de nosotras hubiéramos deseado dar marcha atrás pero toda mujer sabe que una vez comenzados los dolores de parto, Dios solo nos da una opción: pujar o morir. Has quemado tus barcos? Hazlo sin temor; Dios te ha prometido llevarte de "gloria en gloria". 


Los mejores días de tu vida están delante tuyo, no detrás..."


Siempre hay que elegir para avanzar... y después enfocarse hacia adelante...
Quiero servir, quiero vivir, quiero aprender más, conocer y dar a conocer a Jesús. Quiero no poner fronteras a mis dones, ni condiciones a mis alas, ni tarifas a mi alma, ni por miedo a las propuestas quedarme en tierra cuando he de partir.... Quiero entender cuándo toca puerto, y ser sensible a Su voz cuando todos me hablan a la vez, tener paciencia y asumir el tiempo de dique seco, y disfrutar de la etapa de alta mar.
Quiero entender que la voluntad de Dios no es mágica y no me caerá del cielo, que hay un precio, y una búsqueda, un trasnochar, un deseo... quiero entender que Dios interacciona con el hombre, que a muchos llega a llamar "amigos"  y escucha sus deseos. Quiero, como hija, sentir su ternura de Padre, su preocupación de Pastor y Su mover Soberano.

Quiero, porque el hombre de Dios tiene ambiciones, y no es malo.

Quiero saber qué hay para mi vida de parte Suya, quiero alcanzarlo y quiero ser buena administradora de lo legado. Quiero apostar por lo que hay en mi alma, sin miedos, ni peros, ni pretextos, ni contratos con letra pequeña... no quiero un seguro, ni garantías... pues mi alma concluyó hace mucho tiempo que mi garantía ES sólo Él.

Así que, enfrento lo por venir, en la linea de salida, con opciones a mis pies, y un corazón determinado y decidido por Él....
Ya no titubeo, ya no hay más lugar a la duda, no hay miradas confusas, ni temor en este punto del camino... miro hacia adelante y le veo a Él.
Quiero, amo a Cristo,  de Él salgo y a Él voy. Es mi Alfa y Omega, y lo que hay en medio, también pertenece a Él.

Quien me ame, deberá buscarme en Su persona, quien me necesite, solo tendrá que clamarle, quien quiera tenerme, tendrá que asirle primero a Él .... prometo hacer lo mismo; porque Él es mi VIDA, y no quiero nada más!

1 comentario:

  1. "No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros" Paulo Cohello.

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