"Perdón, porque hemos metido la pata."

Ahora te hablaré como comunicador. Sabes, estamos metiendo la pata en el manejo de las comunicaciones para Dios. Si el Señor no fuera tan misericordioso ya nos habría puesto una demanda por daños y perjuicios.

Piensa en esto, si la Coca Cola o la Pepsi te contrataran como asesor de imagen y publicidad y la gente comenzara a pensar cosas malas de esos productos, no solamente te cancelarían el contrato, sino que te demandarían por el daño causado a su marca y prestigio. Estas compañías han invertido millones de dólares en construir una buena imagen, de manera que no van a permitir que les dañes el trabajo de tantos años.

Reflexiona ahora en lo siguiente: Dios, para redimir a la humanidad, tuvo que sacrificar a su único Hijo Jesucristo. Y ahora nos ha pedido que comuniquemos esa buena noticia al mundo, que le digamos que Él les ama y desea darles vida eterna. Incluso nos ha envido al Espíritu Santo para que sea nuestro ayudador.

¿Y qué hemos hecho? Hemos usado su obra redentora, su mensaje y su Espíritu Santo, para anunciarnos a nosotros mismos, a nuestros ministerios y a nuestras iglesias en los medios de comunicación. Hemos usado su evangelio como plataforma, no como el fin de nuestra actividad.

No hemos mostrado al cristianismo como un estilo de vida, sino como un culto, porque eso es lo que exhibimos en los medios de comunicación. Por eso la gente piensa que el cristianismo es otra religión más. Y aunque gritemos a los cuatro vientos que el cristianismo no es una religión, sino una relación con Cristo, lo único que mostramos es nuestra liturgia.

Y finalmente te hablo como cristiano. ¿Por qué no le pedimos perdón a Dios por el mal manejo que le hemos dado a su Oficina de  Comunicaciones en el Planeta Tierra? ¿Por qué no le suplicamos de rodillas, todos unidos, que hoy 30 de octubre, Él nos dé su CREATIVIDAD para corregir y hacer unas comunicaciones nuevas que impacten al mundo?”

Aquí tenéis el articulo completo.: Perdón, porque hemos metido la pata.

Un pequeño punto sacude mi conciencia y me pone a pensar...
En la posición de anunciar a Cristo, sin promocionarme a mí misma, buscando la sobriedad en este asunto. Pensando sabiamente cómo usar los medios, los ministerios, el mensaje, para que el promocionado sea Cristo, y no yo misma y lo que hago... 

Uffff... "perdón, he metido la pata"