Correr desenfrenadamente luciendo la túnica como si ya todo estuviese dicho y hecho es MUY peligroso.
Cuando estés físicamente bajo la túnica de colores, no habrás hecho otra cosa más que empezar. Espera el momento de ser envidiado, golpeado, vendido, puesto a la sombra, ascendido, descendido, reconocido, vituperado, aplaudido y humillado, tentado y encarcelado, hoy te dan, mañana te quitan, y un largo paseo en la montaña rusa de entrenamiento de Dios, todo, hasta alcanzar la meta.
Con la túnica de colores no eres "nadie" y si no permites que te toquen y te golpeen, sino que escapas por tu vida ondeando al viento tu vestido, sin experimentar el trato de Dios, nunca llegarás a alcanzar el propósito de tu llamado.
El primer cuadro de tu gran historia, es ver tu posición en fe, y dejarte desvestir. No habrá otro camino.
Pd: A la cima se llega SIN LA TÚNICA DE COLORES... ツ
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