Vivo en otro mundo: se llama "MI ombligo"

Me pregunto qué culpa tiene él, por haber nacido en la parte equivocada del mundo. 

La perspectiva que deberían haberme dado los años, sólo me permite ver cómo se difumina mi propio ombligo, me siento avergonzado, despistándome con facilidad sin aprender a discernir entre lo importante y lo que no es.

Eso me hace pensar en la cantidad de personas que convivimos juntos, a veces en el mismo lugar de trabajo,  en la misma casa, o iglesia, ministerio, familia... juntos, diciendo que somos parte de algo, de unos ideales, de un ministerio, de una misma sangre, de un proyecto común... pero vivimos en mundos diferentes... por más que digamos que no es así, cada uno vive mirando su propio ombligo, aislándose en su pequeño mundo, y saliendo de vacaciones para realizar ciertos fines... para luego volver de donde vino... 

No reparamos en el otro hasta que algo nos impacta de frente...todos sufrimos, y lamentablemente no todos por igual... Reconozco que no es fácil salir de "mi mundo llamado ombligo"... y esto es una confesión... he vivido ahí durante muchos años... es tu pequeño reino, donde te rindes homenajes y montas tus fiestas, donde te pasas la mano por la espalda y te lames las heridas... donde no ves más allá de tus problemas y los afrontas con una linda adoración al victimismo personal... que no hace otra cosa más que poner más cerrojos a tu pequeño mundo, a tu pequeña cárcel... Lo sé, yo lo sé!


Salir afuera da miedo, porque ves... y mirar la realidad de otros da miedo... porque al igual que no puedes ayudarte a ti mismo, no ves que no puedes ayudar a otros... y te vuelves "a casa"...
Sólo Dios es capaz de abrir los cerrojos y las puertas de hierro...sólo Dios puede ayudar... sólo amando a los demás, poniendo tus ojos en el Cielo es que tu pequeño mundo deja de ser prisión para tu vida... Mirar a Dios, sólo mirando a Dios. Porque en realidad, tu mundo, tu reino, no debería pertenerte a ti, sino a Dios...

»Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: "Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron."  
Y le contestarán los justos: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o necesitado de ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?"  
El Rey les responderá: "Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí." (Mateo 25:31-40)

19/8/2011