No fue la música, ni la letra, ni el momento, fue lo que Tú me hablaste en ese instante, o quizás todo en sí a la vez. No nos ceñimos a acordes , ni a melodías, pero no importa, sólo nos preocupamos de adorarte. A Ti, que por encima de todo nos sigues amando cada día y nos volverías a comprar con Tu sangre...
No hay comentarios:
Publicar un comentario